Jilotzingo, Méx.- Integrantes de la comunidad ejidal Espíritu Santo en Jilotzingo confían en que después de decretado ese lugar como Zona Estatal de Reserva Ecológica con sus 200 hectáreas, esperan el Plan de Manejo Ambiental con el cual podrán frenar a los desarrolladores inmobiliarios y su intención de pretender expandirse, porque pondrían en riesgo la sustentabilidad del lugar.

El presidente del Comisariado Ejidal de Espíritu Santo, Eliseo Tovar, explicó que tienen en su resguardo 200 hectáreas de áreas boscosas, en su mayoría, que desde hace más de cien años sus ancestros cuidaron y protegieron, “como lo estamos haciendo hoy nosotros, es un territorio que es y ha sido de Jilotzingo que protegemos y cuidaremos. Por eso no permitiremos que ahora que los vecinos de Atizapán ya se acabaron su territorio pretendan extenderse”, dijo.
Al sostener una reunión con parte de los ejidatarios de Espíritu Santo, el presidente ejidal destacó que lo que protegen y cuidan no es cualquier cosa, “aquí tenemos la fortuna de conservar una fauna diversa, tenemos zorros, águilas, correcaminos, mapaches, conejos, cacomixtles, variedades de víboras como el cascabel; y es una zona rica en flora y en especies de aves”.

Destacó que tal como sus ancestros siguen cuidando la zona boscosa, debido a que está susceptible de ser fraccionada, como ha ocurrido con Zona Esmeralda de Atizapán de Zaragoza, allá ya dispusieron de todo su terreno y ahora quieren el ejido de Espíritu Santo, por eso el interés por reclamar como suyo este lugar».

A su vez el presidente del comité de vigilancia Miguel Rosas Solis, dijo que ante un conflicto de límites, para resolverlo primero los diputados deben tomar en cuenta a la ciudadanía, «nos deben por y si no nos haremos escuchar».
Agregó que la información que viene en la carpeta es muy clara, «En toda la documentación oficial del pueblo de Rancho Blanco y Ejido Espíritu Santo, es muy clara, y dice que somos parte del territorio de Jilotzingo».
Refirió que de igual forma todos los títulos de propiedad son de Jilotzingo por ello «No aceptamos y no estamos de acuerdo en que ahora se nos quiera decir siquiera que somos de Atizapán».

De ese municipio nunca han recibido nada, explico el ejidatario quien añadió que por eso es injusto que después de 70 o 80 años nos quieran decir que somos de Atizapán porque antes no hacían nada se decía nada.
Esperan los ejidatarios que el Congreso del Estado de México los tome en cuenta a ellos como ejidatarios y a la población de Jilotzingo antes de que se tome una determinación, «lo que queremos es que quede el límite bien definido y evitar problemas con Atizapán».

Los ejidatarios de Espíritu Santo realizan actualmente un proyecto ecoturístico, con el que pretenden incrementar las medidas de conservación del ecosistema y hábitat natural de diversas especies de animales endémicos de la zona.
El lugar es propio para actividades de campismo, senderismo, paseos en bicicleta, o simplemente disfrutar el medio ambiente, debido a que es uno de los pocos espacios naturales que se conservan en el Valle de México.























